3×941 – Hálito

Publicado: 03/03/2015 en Al otro lado de la vida

941

Hospital Shalom, Sheol

16 de junio de 1986

Guillermo asió con suavidad la mano izquierda de su madre, sujetándola con las dos suyas. Los rayos de sol entraban casi horizontalmente por la ventana, tamizados por la cortina blanca que se mecía con suavidad, ya que la ventana estaba abierta de par en par. Ana estaba ya muy débil, y apenas correspondió al gesto de su hijo con una leve sonrisa. Respiró entrecortadamente y entrecerró los ojos con la intención de descansar un poco, pues estaba agotada. Estaban solos en la habitación.

            Guillermo había acudido al hospital a primera hora de la mañana en compañía de su padre, consciente de la falta que le haría algo de compañía a su madre en esos momentos. Había tratado de mantenerla distraída en todo momento, hablándole de los progresos de Bárbara en el parvulario, de sus flirteos amorosos con Estefanía, la mujer a la que llevaba unos meses cortejando tras el estrepitoso fracaso de su primer matrimonio, que acabó en divorcio, y de los últimos avances que habían hecho en los laboratorios. Ana había asentido cortésmente, tratando de mantenerse despierta, aunque con severas dificultades. Estaba bajo el efecto de un cóctel de medicinas que pretendían, aunque sin demasiado éxito, paliar el dolor que el cáncer terminal le estaba imprimiendo a su ajado cuerpo. Se sentía mareada y tenía la cabeza embotada.

José hacía un buen rato que les había dejado solos, tras recibir un aviso en su mensáfono, que parecía no poder esperar, de uno de sus socios en Alemania al que no dudó un instante en ir a llamar a la cabina telefónica que había en el vestíbulo.

            Guillermo miró por enésima vez el reloj de agujas que pendía de la pared, con aquél demoníaco segundero cuyo ruido estaba a punto de hacerle perder los nervios. Su padre hacía ya más de un cuarto de hora que había salido, y nada invitaba a pensar que fuese a volver en breve. Guillermo rechazó una vez más la tentación de salir en su busca, prometiéndose que lo haría si pasaban sólo cinco minutos más. Respiró hondo, con los ojos cerrados, exhaló el aire lentamente, y miró de nuevo a su madre.

            Ana tenía los ojos hundidos, con unas ojeras harto antinaturales en ella. Estaba demasiado delgada, y había perdido su maravillosa cabellera rubia, aquella que la pequeña Bárbara había heredado. Ahora tenía el pelo muy corto y débil, lleno de clapas calvas repartidas por toda la cabeza, que ni siquiera se había molestado en ocultar tras un pañuelo, como acostumbraba a hacer desde que empezó a recibir el tratamiento de quimioterapia. A Guillermo se le partía el alma por tener que verla en ese estado, pero nada estaba en su mano para cambiar lo que ya se había anunciado como inevitable por parte de los médicos. El trabajo en el laboratorio iba demasiado atrasado, e incluso aunque ya hubieran dado con lo que buscaban, el cáncer estaba demasiado extendido por su cuerpo para hacerlo remitir.

            Guillermo frunció ligeramente el ceño. En un principio creyó que eran imaginaciones suyas, pues su madre aún tenía los ojos abiertos, mirando hacia la puerta tras la que en cualquier momento debía aparecer José. Aguantó la respiración, observando el pecho tras la sábana que cubría el cuerpo de Ana, tratando de discernir algún movimiento, cualquiera, pero éste parecía congelado en la misma posición por más segundos que graznase aquél maldito reloj. Guillermo soltó la mano de su madre y la agitó levemente por el hombro, tratando de despertarla, llamándola por su nombre, cada vez más perturbado. Ana no mostró la más mínima respuesta, y su hijo empezó a ponerse realmente nervioso.

GUILLERMO – ¡Enfermera! ¡¡¡Enfermera!!!

            Guillermo presionó desesperadamente el botón rojo que pendía de un cable junto a la cabecera de la cama. En cuestión de unos pocos segundos apareció una enfermera por la puerta, algo asustada ante tanto griterío. Era su primera semana de prácticas en el hospital, y no dudó un momento en ir a buscar a otra de sus compañeras. Entre las dos avisaron al médico de guardia. Un minuto más tarde aparecieron ambas, el médico y otro médico más joven en la habitación, empujando el carro de paradas. Echaron a Guillermo a un lado, y siguieron el protocolo a rajatabla, tratando de resucitar a Ana. Lo intentaron incansablemente durante varios minutos, pero todo esfuerzo resultó estéril. El cáncer había sido más fuerte. Ana había muerto.

En el mismo momento en el que el médico daba la trágica noticia a Guillermo, mientras una de las enfermeras apuntaba la hora de la defunción en un pequeño bloc de notas, un hombre con las sienes canas y una avanzada alopecia apareció por la puerta. Por el modo cómo respiraba, resultaba evidente que había venido corriendo. Guillermo le miró con una expresión de desaprobación y pesar que enseguida borró la sonrisa del rostro de su padre. Acababa de cerrar un trato muy importante, tras el que llevaba meses, y estaba deseando compartir la buena noticia con su esposa y con su hijo. Enseguida se dio cuenta de que algo no andaba bien, al ver tanta gente ahí dentro.

GUILLERMO – Llegas tarde.

            José se llevó una mano a la boca abierta, incapaz de creer lo que su hijo acababa de insinuar. Echó un vistazo al cadáver de su esposa y cruzó su mirada con la del médico que había atendido la emergencia, que se limitó a negar ligeramente con la cabeza, al tiempo que apartaba su mirada de la suya y se apresuraba a salir por la puerta. La enfermera que había acudido a los gritos de Guillermo tapó por completo el cadáver de Ana con la misma sábana que habían apartado minutos antes para aplicarle el desfibrilador. José tomó asiento en el sillón en el que tantas veces antes había dormitado durante las anteriores crisis de su esposa, y se llevó ambas manos a las sienes, con los ojos bien abiertos, aunque con la mirada perdida. Guillermo hubiera podido jurar que esa era la primera vez que veía llorar a su padre.

comentarios
  1. Betty dice:

    Que en seguida borró la sonrisa » de el » rostro de su padre. Pequeño desliz 😉.

    Ciertamente es un capítulo bastante triste !!

    Betty

  2. battysco dice:

    Guillermo no puede ser mala persona si se comportó así con su madre. De hecho me cae mejor que su padre (aunque la liara con el virus más tarde), para quien lo prioritario en su vida era su trabajo, por encima de su family.

    Sonia.

    • Interesante reflexión. En esta primera aproximación, si bien ya se apuntó algo en las crónicas de Bárbara, quería enfatizar los caracteres sobre todo de Guillermo y de José, y veo que van calando… Aún quedan tres capítulos más antes de retomar la historia troncal. Y el siguiente creo que os va a sonar a más de uno 🙂

      David.

  3. Carol dice:

    Enhorabuena, David!. Antes de ver tu reseña en Twitter he visto que ya tienes tu valoración 26 del primer tomo en Amazon (ya sabes que lo voy vigilando de vez en cuando) y es de 5 estrellas. Tiene que dar un subidón importante ver tan magníficas opiniones y, aunque mete presión, también es una morivación importante.

  4. Betty dice:

    Jejeje, esa reseña es de mi amigo Víctor 😃 ! Qué malo! hoy estuvimos comentando qué había terminado el tomo I y no me dijo qué había dejado la reseña 😉

    • Yo la vi después de un puñado de horas que estuve fuera de conexión, y me hizo muchísima ilusión. Y cinco ni más ni menos. El prestigio digital empieza a tener algo de forma. Sí que es cierto que es una motivación extra. Nunca dejo nada a medias, y esta trilogía no será una excepción en ningún caso, pero con tantos lectores y con tan buenas reseñas, aún me dan más ganas de seguir adelante.

      Mil gracias Betty por interceder a favor de que Víctor leyese el primer tomo e hiciese una magnífica reseña como la que ha hecho. A mi me ha hecho ilusión mil encontrármela. Gracias por la parte que te toca, y envíale saludos y agradecimientos de mi parte. Ya empiezo a tener un número de reseñas que hace tomarse un poco más en serio la novela. 🙂

      David.

      • Betty dice:

        La verdad es qué es un principio tan bueno cómo otro ( gran idea, quién te recomendó entrar en el concurso de Amazon 👍 ) tienes lectores encantados con tus libros y eso hará funcionar el boca a boca, sin duda !! Víctor es un lector bastante crítico con lo qué lee y al OLDLV le gusta muchísimo, te pongo literalmente uno de sus comentarios ; Me encanta cómo enlaza las historias y qué dé detalles de todo, sentimientos,frustraciones,lugares y situaciones, muy envolvente.

        Saludos y buen día!!

        Betty

        PD: miraré si he leído algo tan extenso cómo Aoldlv, creo qué la trilogía de Romanos de Posteguillo te gana 😉 porqué también es un buen tocho !!

        • Todos y todas quienes me habéis conocido por Amazon, se lo debéis a Shere Yhen, una de las lectoras de aquí del blog. Si no fuera por ella, nunca hubiese dado el paso, porque la autopublicación nunca fue algo que me hubiese planteado realmente. Siempre pensé que primero intentaría probar suerte enviando el manuscrito original a algunas editoriales. Pero así es mucho mejor. Tengo reseñadores que avalan que les ha gustado, y eso siempre sería una buena carta de presentación. 🙂

          Qué grande, Víctor. Gracias por compartir parte de sus impresiones fuera de las valoraciones de Amazon. Yo gozo muchísimo cuando las recibo, por eso estoy tan ilusionado con recibir las primeras reseñas reseñas que tengo apalabradas, que se resisten a llegar.

          Yo en este caso me refería exclusivamente a la extensión del segundo tomo, Augurios de muerte, que al menos en mi caso, es el mayor ladrillo que he leído jamás. Pero también hay que tener en cuenta que hago trampa, porque un libro de 2450 páginas no creo que se pueda editar en papel.

          Buenos días y, por si no nos volvemos a ver, buenos días, buenas tardes y buenas noches. Como diría el bueno de Truman xD

          David.

  5. battysco dice:

    Buenos días, yo cuando leí AOLDLV no era consciente que eras un autor novel, me sumergí en el micro mundo y lo disfruté sin pensar a quién se le había ocurrido 😉 Luego fue cuando quise saber quién era ese crack. A sus pies Sr. Villahermosa.

    Es curioso que cuando hice mis comentarios en Amazon, uno por cada finalización de lectura (2 tomos), nunca pensé en el autor dando por hecho que esas opiniones sólo servían para los lectores potenciales. Fíjate que la primera vez que escribí en el blog, creo que hoy hace una semana, te puse que te escribía por aquí porque sabía que lo leerías y quería que lo hicieras, dando por hecho en todo momento que mis comentarios en Amazon jamás los había leído, qué novata!

    A día de hoy, sabiendo que eres novel y que hace poco que publicaste tus libros en esa plataforma, me parece más que obvio que cada reseña sea una palmada y que, por lo tanto, estés muy pendiente de ellas. Por suerte, esas palmadas están siendo favorables y se van convirtiendo en motivación extra para que puedas seguir escribiendo cientos no, sino millones de páginas más, sumando todas tus futuras obras.

    Que tengáis todos un buen día.

    Sonia.

    • Interesante reflexión, lady Sonia. Los pocos autores autopublicados en Amazon que conozco, te puedo asegurar que también están muy pendientes de la evolución de sus libros en la página. Supongo que si de todo esto se encarga la editorial de turno y tú tienes contrato de libro físico y el digital como anécdota, la cosa cambiaría considerablelmente. Te puedo asegurar que estuve muy pendiente de tus dos reseñas. Sólo tienes que revisar mi timeline de twitter, y verás las dos. Y bien contento que me puse al recibirlas 🙂

      Me llama la atención que digas que no sospechaste que fuese un autor novel al hacerte con las obras en primera instancia. Sobra decir que para mi es el mejor de los halagos. Siempre he tenido la ilusión que mis lectores consideraran mi obra al nivel de cualquier otra obra editada con todas las de la ley, y a mi me motiva mucho más.

      También es importante que hayas hecho las valoraciones pensando en los lectores potenciales. Realmente el ego o la ilusión del autor ahí debe ser lo de menos, porque lo que estás haciendo es valorar la calidad del producto que has consumido. Así que si tu idea original de que el autor podría no leerlas es más extendida, todavía me parece mejor, porque las reseñas serán totalmente sinceras, para bien o para mal.

      Yo ya avanzo que seguiré escribiendo tanto tiempo como me sea posible, y que seguiré colgando gratis lo que avance y eventualmente añadiéndolo al catálogo de Amazon (a no ser que alguna editorial le mole mi rollo y podáis encontrarme en alguna librería, que eso molaría mucho xD).

      ¡Gracias por comentar!

      David.

  6. Carol dice:

    Queridas todas (que por aquí parece que somos mayoria😉), al paso de visitas que vamos, quien va a cumplir su promesa de deleitarnos con 2 capítulos el Sábado? 😄.
    David, aunque parezca que hemos conspirado, te prometo que no es el caso! 😄

  7. Betty dice:

    Las he contado ahora y quedan 71, nada más y no digo nada 😉 !!!

  8. Yo os brindaré un nuevo capítulo cuando alcancemos las 100.000 , pero no vale entrar a propósito para subir las visitas xDDD

  9. Betty dice:

    No te asustes David qué estamos en plan broma 😜 no nos gusta hacer trampa !!

  10. Drock9999 dice:

    Y yo que pensé que la relación José-Barbara era mala. Parece que con Guillermo es peor.

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