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Cementerio de Sheol
17 de junio de 1986
Estaba lloviendo a mares. Sin embargo, ni Guillermo ni su padre parecían darle la menor importancia, pese a que se estaban empapando. Se encontraban en el viejo cementerio de Sheol, en una zona privada destinada a clientes con un alto poder adquisitivo en la que descansaban los padres y los abuelos de José. Hacía más de diez minutos que el último de los presentes había abandonado el lugar, acuciado por la creciente lluvia. Incluso el cura les había dejado solos, hastiado al ver que no tenían intención de partir en breve. La pequeña Bárbara estaba al otro lado de la tumba abierta de su madre, bajo aquél llamativo y minúsculo paraguas rosa, a resguardo de un roble centenario. Ella sí había hecho caso a Gloria, y había cogido del paragüero que había junto a la puerta de entrada su paraguas favorito, el que su madre le había regalado hacía un par de años durante uno de sus largos paseos por el centro de Sheol en época navideña.
José suspiró, vencido. Apenas había dormido un par de horas, encargándose de todos los preparativos del funeral y haciendo mil y una llamadas. Ahora que todo parecía haber acabado, estaba empezando a asimilar realmente lo que había ocurrido, y sentía un desagradable nudo en el estómago.
JOSÉ – Maldita sea…
Guillermo le observó en silencio. Su cabeza no paraba de darle vueltas a una idea que hacía más de un año que había enterrado en su memoria, a la que se había prometido no volver a sacar a la superficie. Su padre no se lo estaba poniendo nada fácil.
JOSÉ – Si nos hubiéramos dado un poco más de prisa… No puedo parar de pensar que… Hemos estado tan cerca… tantas veces… ¡Joder!
Guillermo carraspeó. Hacía un buen rato que no abría la boca. Cerró los ojos y saltó a la piscina. Sabía que ese era un tema tabú con su padre, pero no se quedaría tranquilo hasta que no tuviera esa conversación con él.
GUILLERMO – Quizá… deberíamos haber seguido con la cepa que desechamos el año pasado.
JOSÉ – ¿Otra vez con eso? Por el amor de Dios, Guillermo… eres infinito.
El hijo de José no se amedrentó ante la mirada furiosa de su padre. Era una persona muy dócil y tranquila, pero en parte se sentía responsable de lo que había pasado, y quería hacérselo entender a su padre, aún a riesgo de empezar una discusión.
GUILLERMO – Todo lo que hemos hecho desde entonces no ha servido para nada. No hemos hecho más que dar palos de ciego. Esa cepa era mucho más potente que todas las que habíamos sintetizado hasta el momento.
JOSÉ – Ese era otro callejón sin salida. Esa rata tenía una cardiopatía congénita, y murió de un infarto. No veo qué relación hay con lo de tu madre.
GUILLERMO – Sí, tú mismo lo has dicho, se murió. Y al día siguiente se levantó. Deberíamos haber estudiado qué fue lo que pasó. Todavía no entiendo…
JOSÉ – ¿Para qué? ¿Hace falta que te recuerde lo que hizo esa rata al poco de despertarse? Debía tener el cerebro hecho papilla. Por el amor de Dios, eso no tiene nada que ver con lo que nosotros estamos buscando.
GUILLERMO – Ya, pero… quizá… si hubiésemos seguido estudiando…
JOSÉ – ¿Qué es lo que estás insinuando, que lo que ha pasado es culpa mía? ¡¿Soy yo el culpable de que tu madre haya muerto?!
Bárbara se giró hacia ellos al escuchar a su padre alzar la voz y frunció el ceño. José no había estado tan enfurecido en mucho tiempo. Precisaba desfogar su frustración de algún modo, y Guillermo se lo estaba poniendo demasiado fácil.
GUILLERMO – En parte sí, papa. Si hubiéramos…
Guillermo dejó de hablar al sentir el fuerte impacto de la palma de la mano de su padre en su mejilla, que enseguida adquirió un tono rojizo. No lo había hecho ni cuando era pequeño, pero en ese momento no pudo evitarlo. Desde que diagnosticaron el cáncer de su esposa se había desvivido en los laboratorios, privándose de horas de sueño, restándole horas de compañía a su hija y desatendiendo por completo su vida íntima. Y no había servido absolutamente para nada. Que ahora su hijo le recriminase aquello, no hacía sino empeorar el pésimo concepto que ya tenía de sí mismo.
José, aún tratando de dominar su arrebato de cólera, señaló a su hijo con el dedo índice, al tiempo que éste se llevaba la mano a la zona enrojecida.
JOSÉ – Como vuelvas a sacar ese tema te juro que te echo fuera de la empresa. Estoy hasta las narices de escucharte decir sandeces. Parece mentira que llevemos tantos tiempo trabajando juntos. No quiero volver a oír a hablar de eso. Nunca. ¿Entendido?
Guillermo agachó ligeramente la cabeza, consciente que no serviría de nada echar más leña al fuego.
GUILLERMO – Sí, papa.
JOSÉ – Así me gusta. Ahora lleva a tu hermana a casa. Yo tengo un montón de cosas que hacer. Volveré en un par de horas.
Su hijo asintió brevemente, y José puso rumbo a la entrada del cementerio, dando grandes zancadas, salpicando barro y agua a su paso. Guillermo se quedó unos segundos en silencio donde estaba, bajo la incansable lluvia. Acto seguido rodeó la tumba de su madre hasta dar con Bárbara, que le observaba con atención bajo su paraguas rosa. La asió la mano y le hizo un gesto para que le acompañase.
BÁRBARA – ¿Qué le has dicho al papa?
Guillermo observó el rostro infantil de su hermana, y se limitó a chasquear la lengua, sin mediar palabra. Suspiró y emprendió el camino de vuelta al coche, aún dándole vueltas a lo que acababa de ocurrir, dando grandes zancadas que hacían que a la pequeña Bárbara le costase mucho trabajo seguirle el ritmo.
En menos de cinco minutos llegaron de vuelta al coche de Guillermo, y éste devolvió a su hermana pequeña a la casa familiar. El trayecto transcurrió en el más estricto de los silencios, sólo roto por los gimoteos esporádicos de la pequeña, que estaba algo asustada ante el cambio de actitud de su hermano. Una vez llegaron de vuelta a casa, Gloria se hizo cargo de ella. Guillermo se volvió a meter en el coche y puso rumbo a los laboratorios.
Llegó en cuestión de veinte minutos, pero una vez ahí todo su impulso se fue desinflando. En vez de entrar directamente, como había planeado, lo que hizo fue quedarse llorando dentro del coche, al que se le fueron empañando las ventanillas mientras él fumaba un cigarro tras otro. No fue capaz de reunir el valor suficiente para llevar a cabo el insensato plan que se le había pasado por la cabeza tras la bofetada que le había brindado su padre. Si lo desechó, fue en gran medida por miedo a las represalias que ello pudiera entrañar si José llegaba a enterarse.
Media hora más tarde abandonó toda esperanza de llevar a cabo aquella insensatez, arrancó de nuevo el motor y volvió a la casa familiar. Bárbara agradecería mucho su compañía en esos momentos, y él también necesitaba un hombro en el que llorar.
Madre mía !! Éste Guillermo es un peligro,actúa por impulsos sin medir las consecuencias, la primera vez no llevó a cabo su idea por miedo a su padre y en la segunda la lió parda, no quiero ni pensar lo qué puede provocar la tercera…… Espero estar equivocada !! Yo desde luego no le dejaría entrar en un laboratorio 😉
Pobre josé es un hombre con un gran peso en los hombros y una gran frustración, no me extraña qué esté aislado del entorno, es como una autodefensa y en cierto modo su comportamiento con Barbara es debido a lo mucho qué le recuerda ella a su madre Ana.
El capítulo de hoy te hace meditar bastante sobre algunas cosas 😊
Saludos
Betty
Interesante reflexión sobre la actitud de Guillermo, pero aún más interesante la mención a José. Me alegra ver que pese a que aún sólo se han dado cuatro pinceladas de ellos, ya empezáis a ver de qué pie cojea cada uno. 🙂
David.
Yo ya me estaba preguntando porqué Guillermo no había intentado usar la cepa con su madre… y claro, luego, sin miedo a las represalias con su padre, perdió el único motivo que tenía para no hacerlo… y se cargó el mundo. Que peligro de tío, no se si sentirme muy a gusto con la idea de que halla sobrevivido…
Con esta parte de Guillermo, tengo un carromato de capítulos por contar, que confío resuelvan todas las dudas que os hayan ido pudiendo surgir a lo largo de los dos primeros tomos. Ésto no es más que un primer acercamiento. A medida que su cronología se acerca a 2008 la cosa va cogiendo algo más de cuerpo. Me ha sorprendido tu reacción. Siempre pensé que a estas alturas lo veríais más como la víctima que como el verdugo. La controversia es un valor añadido. 🙂
David.
Hola, David. Primero, reiterarte las gracias por ofrecernos un capítulo extra. Sé el esfuerzo que te cuesta y, por eso, todavia lo aprecio más.
Lo que nos estas contando en estos primeros capítulos de este tercer tomo se perfila como indispensable para entender todo lo que ha pasado en los anteriores y, sobre todo, para comprender a dos personajes absolutamente desesperados en direcciones opuestas, que hasta ahora estaban envueltos en una especie de niebla que no nos dejaba ver cómo eran. Veo a José mas como víctima que como villano, sin embargo es José el culpable de la obsesión de su hijo al que no supo reconducir adecuadamente para dirigir su desesperación y dolor de una manera más constructiva y, así, intentar evitar que la enfermedad de su madre se convirtiera en su única motivación para la investigación. Obviamente, Guillermo se obsesionó y nadie supo verlo/pararlo. ¿Se transformó en un peligro para la sociedad llevándola a la mayor de las catástrofes? Si. La pregunta es, si no supierais lo que después de 3000 páginas de historia sabéis, que habríais hecho vosotros? La respuesta no es nada sencilla….
Pues, contestando a tú pregunta ; siendo una persona reflexiva, cómo soy, habría actuado cómo josé, el tuvo en su mano la oportunidad de seguir esa línea de investigación y sin embargo supo ver qué estaban jugando con fuego y pudo más la razón qué el amor por su esposa. Yo todavía tengo dudas de qué Guillermo sea más un beneficio para el grupo, qué un peligro, en eso estoy con Sunkay.
El tiempo nos dirá si vamos en la dirección correcta 😉
Saludos y buen domingo !!
Betty
Qué capítulo más interesante y que provoca tantas opiniones.
Para mí y, de momento, José tiene peores cualidades como ser humano, ya que es un tipo mucho más racional que emocional (le cuesta ablandarse con su pequeña hija), prefiere evadirse con sus labores empresariales que enfrentarse a los últimos momentos de vida de su esposa (cuando ella está terminal en el hospital él se marcha para atender otras cuestiones), alguien con grandes aspiraciones que se acaban convirtiendo en el eje de su vida (aunque el motivo primigenio era salvar a su mujer al final se convierte en un objetivo mucho más grande y que prevalece ante todo lo demás).
Sin embargo Guillermo es alguien mucho más emocional, aunque insensato e impulsivo, ya que se cree que puede encontrar la solución que su padre no pudo. Al final la obcecación de su padre porque se olvide de aquella cepa, provoca en él la reacción contraria. Está convencido que su padre se equivoca, infravalorando las posibles consecuencias de lo que él propone. Supongo que la diferencia generacional puede influir en ese enfoque tan distinto que tienen padre e hijo ante el mismo hecho.
Ahora he entendido por qué la caída de José por culpa del empuje accidental de Bárbara es el detonante de todo.. Por qué decíais que Bárbara había sido el interruptor del caos… Pero, sinceramente, la culpa de eso es sólo y exclusivamente de Guillermo. Actuaba con nobles intenciones, pero la prepotencia y arrogancia de quien se cree que tiene la razón absoluta junto a la «locura» juvenil, añadiendo el querer demostrar que su padre se equivocaba para darle una lección, más la convicción de que ya no tienes nada que perder, fueron los peores ingredientes de ese cocktel.
Me gusta la reflexión de Carol otorgándole culpa a José por no haber sabido reconducir el dolor de su hijo por la enfermedad y muerte de su madre, y por no haberle ayudado a curar esa obsesión que fue creciendo como algo oscuro. Supongo que para un científico esa muestra de la cepa debe ser algo sumamente jugoso, es difícil no jugar a ser Dios cuando crees que con cuidado vas a saber controlar los riesgos.
Este capítulo me ha dado muchas respuestas y me ha descubierto una de las grandes tramas que podrías tenernos preparada para este tercer tomo, pero mejor no lo comento en público por si doy ideas.
Estamos en un punto súper interesante, leería del tirón hasta el final 🙂
Sonia.
Hola, Betty/Sonia. Muy interesantes vuestros puntos de vista que enriquecen, y mucho, la lectura 😉. Bueno, ahora que Guillermo parece que vuelve, a lo mejor David le da la oportunidad de redimirse a lo largo de este tercer tomo. Veremos!
Gracias a vosotr@s por seguir leyendo, si no todo esto estaría muerto. 🙂 De momento voy con bastante ventaja, y si puedo conservar este ritmo, no creo que nunca os falten los dos capítulos semanales de rigor.
Todo esto que ocurrirá en la receta de Guillermo estaba pensado simultáneamente con el resto de la novela, solo que es una parte de la que apenas se había hablado hasta el momento, por voluntad expresa por mi parte. Quiero ofrecer la información poco a poco, para ir respondiendo a las preguntas que se van suscitando durante la lectura, y el timing es crucial. Que un lector acabase el primer tomo sin apenas sospechar que Bárbara era quien realmente era y que poco a poco a medida que avanza el segundo tomo se revele esa información, para mi es más rico que exponerlo todo directamente al principio. Tiene más magia.
Me parecen geniales vuestras elucubraciones sobre el equilibrio moral de Guillermo y José. Confío que los próximos capítulos os permitan forjar una opinión aún más clara y fundamentada. 🙂
Siempre tuve muy claro que la primera pieza del efecto dominó de la pandemia tenía que empujarla Bárbara. Muchísimo antes de escribir el primer capítulo. Le di muchas vueltas al cómo. Originalmente se producía en un accidente de tráfico en el que era ella quien conducía, donde estaban los tres y los hermanos sobrevivían y el padre moría. Era lo más obvio e inmediato, pero por ese mismo motivo, por lo obvio, lo descarté. Por eso y porque no quería que Bárbara supiese conducir. Llegué a la conclusión de la escena de la escalera acabado ya el primer tomo, y me gustó la fuerza y el toque de “hubiera sido tan fácil evitarlo si tan solo…” con las repercusiones emocionales que ello arrastra, que me acabé decantando por ello. Está claro que la culpa de la pandemia no es de Bárbara, pero… si esa noche se hubiese tragado su orgullo y hubiese dejado que su padre blasfemara a placer en su cara… ahora Zoe tendría a sus padres. Es la magia de la concatenación de coincidencias que arrastran a un desenlace dramático. Esta es una de las partes que más disfruté creando en la novela, porque daba respuesta al “por qué” del que habitualmente siempre huyen cualquier película o libro de este género.
Muchas de vuestras reflexiones me han parecido que aportan más luz y más entidad a las escenas de las que ellas por sí mismas exponen de manera literal. Me encana que así sea. Yo siempre disfruto cuando compruebo que el lector sabe leer la situación sin que se lo des todo masticado y enlaza los datos para forjarse una perspectiva particular. Es una gozada como autor poder contemplar también la mente del lector y ver qué tal se lo está tomando. Este es uno de los capítulos con comentarios más profundos a ese respecto, pese a lo “show don’t tell” que he planteado este pack de capítulos de introducción. Muy buen trabajo, sí señoras. 🙂
Lamento no poderos ofrecer un kilotón de capítulos más del tirón, pero en este caso concreto la espera será más corta de lo habitual. El siguiente es el último capítulo de la primera receta de Guillermo, y en adelante, sabréis cómo continúa la historia troncal, y qué diablos ocurrió tras la pérdida de conciencia de Bárbara.
El papel de Guillermo en el tercer tomo creo que no va a dejar indiferente a nadie. Es un protagonista con todas las de la ley de la saga, pensado desde el minuto cero, que lleva más de siete años metido en un cajón, y viene con ganas de decir cosas.
Mil gracias por vuestros comentarios. Yo lo gozo muchísimo leyéndolo siempre.
David.
Para mi sin duda, éste bloque dedicado a Guillermo y José y los dedicados a la captura de Ío por los presidiarios ( me refiero concretamente a su violación ) son los qué más sentimientos encontrados han generado en nosotr@s y sin duda estoy segura qué el tercer tomo no nos dejará indiferente en ése sentido 😃
Me tengo qué quitar el sombrero en cómo has resuelto el puzzle, en cuanto al desencadenante de la Pandemia. Genial !! A mi los porqué me parecen fundamentales en una historia sobre todo por qué yo soy por naturaleza muy de las de !!y porqué esto !! Por ese motivo entre otros disfrutamos tanto con la lectura de Aoldlv ☺️
Qué orgullo ver qué estamos a la altura de tus expectativas en cuánto a las reacciones y sentimientos qué quieres trasmitir con tu novela, desde luego lo qué provocas no es indiferencia y monotonía XD ! Si nos tienes enganchadisim@s.
Cómo siempre un placer leeros!!
Saludos
Betty
Piensa que sabéis el qué y el quién de ese «desencadenamiento de la pandemia», pero aún desconocéis el cómo, más que a muy grandes rasgos. Esa parte presumo que va a ser larga y muy muy chula, y ocupará un par de recetas. La implicación y la ausencia de indiferencia son la mejor señal que puede recibir un autor de sus lectores, y todas esas discusiones y elucubraciones que compartís, son almíbar para mi xD
David.
Ciertamente, ese desarrollo de el cómo, va a ser muy jugosa y si como afirmas va a ser larga…. Todavía más 😃 Presumo qué nos lo vamos a pasar en grande….. Con tantas elucubraciones qué cada uno de nosotros nos hemos ido haciendo a lo largo de la historia 💬 😉
Betty
Hay previstas nueve recetas para este tomo. Ahora justo estáis a punto de acabar la primera. 🙂
David.
Enganchada estoy como cuando esperas el día de la semana en que dan tu serie favorita!
Betty, es cierto que este capítulo ha generado muchos sentimientos encontrados y no es para menos. Me perdí participar en los capítulos de Ío y quisiera aprovechar para hacer una breve mención. Como persona y como mujer, me frustré bastante y me enrabié muchísimo. Los presidiarios me caían fatal, no los soportaba, por eso disfruté tanto cuando saltaron por los aires en pedazos. Fue redondo y se lo agradecí encarecidamente a Paris. En cuanto a la captura, maltrato y reiteradas violaciones hacia la chica, me pareció una trama muy fuerte pero, simultáneamente, muy creíble en el contexto. Lo del canibalismo fue un extra que jamás se me ocurrió y que situó al dramatismo en su punto más álgido. Después tuvimos un tiempo de relativa paz que también se agradeció, verdad? Un poco de cal y otro de arena, para mantenernos alerta.
Comentar los capítulos con vosotr@s está resultando muy divertido, de verdad.
Sonia.
Es mutuo el placer de comentar con vosotr@s, Sonia !! Aquí hay muy buen » feeling » y sabiduría 😉
Es verdad fuerón capítulos muy impactantes y qué enriquecieron la trama ya qué estamos en un mundo post apocalíptico y ciertos individuos desgraciadamente dan rienda suelta a sus más bajos instintos, aún así David hizo un ejercicio de narración espléndido a pesar de la dureza a mi me gustarón.
Saludos Sonia
Betty
Agradezco que tu mención a los capítulos de Ío se entienda xD
Tonterías aparte, sí es cierto que esa parte de la novela fue una inflexión muy importante en mi «carrera» literaria. Yo creo que no te puedes creer del todo tu trabajo hasta que no alcanzas puntos como ese, en los que sabes que la intensidad dramática y la respuesta del lector van a ser un total fracaso como no te esfuerces lo suficiente y seas claro en la exposición de los hechos, sin llegar a tener mal gusto o resultar ofensivo. Uno de los hitos de mi brainstorming de «plausibles daños colaterales» de una pandemia de este calibre era lamentablemente el abuso de poder asociado a la inexistencia de leyes ni limitaciones a la moral (en este caso a su ausencia). Si Ío existiese de verdad, le debería muchas disculpas, pero creo que ella me ayudó muchísimo a marcar los límites de la novela y retierar en su interés por la verosimilitud más allá de que gustase o no. A mi personalmente es una de las partes que más me han llenado y de las que más orgulloso me siento. Y no por la forma, sólo faltaría, sino por el fondo.
Lo del canibalismo con Laura… era algo meditado. En un entorno de decadencia moral en el que hay hambruna… nos podrá gustar más o menos, pero hasta en «Viven» creo que la hubo, y no por los mismos motivos. Mi interés era el de llevar un poco más al límite a Ío, para forjar su personalidad y sus reacciones futuras. Que Laura estuviese rellenita no fue coincidencia.
Hay otra cosa que ha mencionado Sonia que me parece muy interesante, que es la cadencia entre estrés y paz. Un libro «de zombis» donde nadamás que salgan zombis y más zombis y muera gente por los zombis y huyan de los zombis y todo el rato estén pendientes de que no les coman los zombis, a mi, personalmente, me aburriría profundamente. Con toda seguridad empezaría a leer entusiasmado, pero pronto me frustraría al no ver avanzar la trama. Aquí… los ex presidiarios tomaron el relevo temporalmente a los infectados, pero insistir mucho más en ello creo que hubiese sido un error. Las etapas de calma chicha en las que el grupo crece y se asienta y empieza a creer en sí mismo, me parecen tanto o más importantes como la acción, que a mi también me gusta, siempre que no empache.
¡Buenas noches a tod@s!
David.
Uf, a mi aquellos capitulos de Ío me resultaron bastante duros, y eso que cuando llegué a leerlos parece ser que David los había suavizado, pero, básicamente poco menos que me revolvieron el estómago. Como mujer, pero sobre todo como ser humano, era imposible quedarse indiferente. Creo recordar que ha sido la parte que más polémica ha generado a lo largo de estos años que dura el blog (Betty, tu que llevas por aquí mas tiempo quizás puedas confirmarlo). En todo caso, aquí estamos, en otra etapa diferente, pero que también suscita sentimientos encontrados. Por cierto, yo también me lo paso genial con los comentarios. Me he leído todos desde el primer capítulo y resultan muy interesantes!. Slds
Quizá hoy no es el mejor día para rememorar aquellos oscuros capítulos… al ser el día internacional de la mujer.
Es curioso, porque tengo en mi poder la versión 1.0 de todos los capítulos de la novela, tal cual salieron de mis manos en primera instancia, sin ningún tipo de corrección ni modificación. Es una costumbre que arrastro desde antes de escribir mi primer libro, y ese capítulo no es una excepción. También cabe decir que, al tener tan claro y tan cerrado el guion de antemano, prácticamente ningún capítulo tiene modificaciones, más allá de las correcciones ortotipográficas de rigor. Ese creo que es el que más ediciones de fondo tiene, junto con algún otro que gracias a Josetxu arreglé algún aspecto para dotarle de más verosimilitud.
Me dejas de piedra, lady Carol. Por aquí han pasado más de 5000 comentarios, me halaga saberte interesada por la opinión de los demás lectores, además de ser una comentarista activa. Yo estoy encantado de contar con tod@s vosotr@s, y vuestros comentarios me ayudan mucho a ver la novela no desde la perspectiva del autor, sino la del lector, lo cual es un aporte de feedback que no tiene precio, y estoy casi convencido que muy pocos autores tienen. Al igual soy yo el raro que escribo ordenado y no ando corrigiendo y modificando las cosas que ya tengo escritas… Tengo constancia que no todos los autores escriben por orden el libro, y que muchos de ellos escriben, reescriben y editan por enésima vez algunos capítulos. Yo con mi libretita negra soy feliz. Un día de esto os la presento en twitter. Aunque verdad sea dicha, no sería la primera vez xD
David.
Es verdad Carol, pero cómo tú dices estamos en otra etapa muy interesante de la novela y en la qué vamos a vivir momentos memorables….. Y mañana más 😃
Por cierto habéis visto en Twitter las fotos de las estanterías de libros ? Es qué David a tenido la idea de pedirnos Fotos de nuestras librerías Particulares 😉 Muy divertida la idea !! Y con Gato incluido 😉
Saludos
Betty
Si tuviera que englobar en grandes arcos argumentales el tercer tomo, podría describir seis tranquilamente. ¡Queda mucho aún por contar! Mañana podréis leer el último capítulo de la primera Receta. No sé en qué estaría pensando cuando se me ocurrió lo de hacer la receta, pero… a mi me gusta. ¿Queda muy ridículo? :S
Lamentablemente tengo más libros que espacio, y esa foto sólo tiene mis libros de ciencia ficción, terror y los que tengo aún por leer. Quedaron fuera los clásicos de la literatura, las obras de literatura contemporánea y los del género de fantasía. Ahí se ve mi paranoia de las pegatinas de colores para diferenciarlos por géneros xD
David.
Estoy seguro que haría lo mismo que José, como estudiante de biología si dispusiese de un laboratorio como el de él y mi mujer se estuviese muriendo, removería cielo y tierra para buscar una solución. El dolor por no conseguirlo posiblemente sería mayor que el de la perdida en si misma, al fin y al cabo te sentirías culpable de la muerte por no encontrar la solución.
Pondría una foto de mi estantería, pero tengo casi todos los libros en un armario empotrado en casa (a falta de algo mejor) con las estanterías combadas por el peso xDD
Y como bien dices, si luego un tercero te lo echase en cara, no te sentaría demasiado bien. Me ha gustado cómo lo has planteado. Están habiendo opiniones de todo tipo al respecto de esta nueva etapa y ello me agrada.
Yo también tengo la mitad de los libros en un armario, y de los que no se ven aquí otro puñado encima de otras estanterías más pequeñas, donde he podido ir sacando hueco. Me parecía chulo compartirlo, y aproveché que salía el gato en la foto xD
David.
Me llama mucho la atención el comentario de Carol, y me encanta, porque realmente creo que retrata a un José muchísimo más «despegado» de los demás… quiero decir, que cualquier persona en el mundo podría entender su obsesión por curar a su mujer, por encontrar una solución a un problema tan grave, incluso se puede entender que con su dedicación total a la búsqueda de una cura no tenga tiempo jamás para Bárbara (he dicho entender, no compartir, je, je, je) pero… ¿tampoco ha tenido tiempo antes para conocer a su hijo Guillermo?… en todos los años que preceden al comienzo de la historia, ¿no se ha dado cuenta de cómo es realmente de impulsivo?… Realmente yo veo en José un padre distante, uno de esos seres humanos que tienen hijos porque «es lo que se supone que tienen que hacer» mientras que vive, desde siempre, dedicando todos y cada uno de los esfuerzos de su vida a su «visión». Habría que analizar su relación con Ana, a la que, imagino, siempre tuvo «abandonada» (eso si, seguro que se encargaba de que «no le faltase de nada»). Y claro, no piensa en la reacción de Guillermo… porque no tiene ni idea de como funciona su hijo. Por otro lado si que veo a Gullermo como el verdugo de la humanidad, alguien probablmente igual de compulsivo que su padre, que es capaz de acabar con todo exclusivamente porque de otra manera no podría demostrarle a su padre que tiene razón (probablemente buscando una aprobación paterna que en vida de José jamás obtuvo) y la única duda que tengo es si realmente le pasó durante un segundo por la mente la que podía liar, o simplemente obvio el hecho y siguió adelante con su plan. Bueno chic@as, mañana más. Un abrazo.
Muy buena reflexión, lady Sunkay. Me las apunto todas y las tendré muy presentes cuando escriba los capítulos… que todos sospecháis xD Yo tengo muy clara mi visión al respecto y lo que quiero que la novela explique, pero contar con todo ese abanico de reflexiones me ofrece una perspectiva realmente interesante para abordarlo. ¡Gracias a tod@s!
David.
Yo estoy de acuerdo con la mayoría. Veo a Guillermo como un problema. Creo que el problema es cuando dejamos que el trabajo se convierta en una obsesión, como le paso a José. También creo que no debemos ser impulsivos como Guillermo.
En mi caso, habría hecho mas pruebas con la muestra de Mordisquitos. No me gusta apostar a la ligera, prefiero ir a lo seguro.
Al leer, no pude evitar recordar el juego que alguna vez nos compartiste. Me pareció volver a las decisiones que debes tomar allí. Parece que José fuera la inspiración del mismo.
Barbara empuja la primera ficha del domino? Que cruel muestra de humor negro. Jajajajajajajajajajajaja. Muy literal.
A Betty, Sonia y Carol les cuento. Tengo una hermana que esta próxima a sus 12 años. Leer como era tratada Ío, solo me hacia pensar en ella. También en mi cuñada y mi novia. Siempre he dicho que debe ser difícil ser mujer, en todo el sentido de la palabra.
El canibalismo. Efectivamente «Viven» es una muestra de lo que la desesperación y el hambre pueden llevarte a hacer en determinada situación
Últimamente ha habido mas interacción entre quienes comentamos con relativa frecuencia. Eso me agrada!
Un par de horas mas XD
D-Rock..
Aún se debe desvelar el contexto que rodea a la muerte de José en lo que Guillermo se refiere. Aunque no dejaré de reiterar mi entusiasmo con todas vuestras visiones y elucubraciones. 🙂
Recuerdo aquél pequeño juego. Conseguí salvar al a miniZoe xDDD
Últimamente hay mucha interacción por aquí. Amazon ha traído muy buen ambiente por el blog. 🙂
David.
La foto de mis libros, la subiré tan pronto como pueda a twitter. Ya sabrás de mi y mi fijacion haca tu gato.
Es que se llama Kal-El y…..
S.
Digo, D-Rock.
Jajajajajajajajajajaja
Hmmmm ¿Es posible que no tenga tu twitter? O quizá no te reconozco o me falla la memoria…
Veo que has reconocido hábilmente al señor Kal-El. Veo que te gusta su nombre xD
De hecho iba a hacer la foto, y me di cuenta que estaba ahí asomado y aún me gustó más el resultado.
David.
Es cierto. Aun no tienes mi twitter.
Y si. Soy muy fanático a Superman.
D-Rock.
Muy buen apunte D-Rock !! esa interacción enriquece muchísimo la experiencia en el blog, aquí hay gente genial y con opiniones muy interesantes ( incluido tú, claro 😉 )
Gracias por lo que me corresponde, Betty. También he encontrado fascinante intercambiar opiniones con los demás lectores y, por supuesto, contigo. Saludos de este lado del Atlántico 😉
D-Rock.
Hola D-Rock, soy Sonia, veo que eres uno de la veteranos, me alegra conocerte.
También he leído que te apuntas al concurso, a mí también me gustaría, a ver si se anima más gente.
Un saludooooo.
Khanen ha mostrado interés también. Mientras más mejor, la competencia es sana. 🙂
Hola, Sonia. De hecho, D-Rock no es que sea veterano, es que debe ser casi «de los padres fundadores» 😄 por aquí. Y, encima, alumno aventajado dadas las intuiciones que tiene sobre la trama!. En todo caso, espero que os animeis a escribir un capítulo. Aquí unos cuantos estaremos para apoyaros!
Caray, me acabo de dar cuenta que se ha colgado solo el nuevo capítulo. Esto de programar las colgadas es todo un lujo. Ahora ya no hace falta siquiera que esté despierto xD
¡D-Rock lleva aquí más tiempo que el suelo! La colección de dibujos de la sección de «fan-art» que hay arriba, es toda de su mano. Es un crack con todas las de la ley. Yo estoy deseando leer su relato y ver qué trama con sus nuevos dibujos. 🙂 Sí que es cierto que a él le confesé un spoiler del tercer tomo, hace ya mucho tiempo, en una conversación privada que tuvimos. Pero que conste que él me dio permiso, y desde entonces ha sido siempre muy discreto al respecto, respetando a los demás lectores, lo cual agradezco encarecidamente.
David.
Ojala! Seria genial ver los diferentes mundos a los que cada cabeza nos llevaría!
Me ha costado mucho morderme la lengua y los dedos para no hablar de ese huevo de pascua que no es de pascua, porque es tan grande que podría ser de avestruz!
Mas tiempo que el suelo… XD Oido cocina.
Saludos a Sonia y Carol.
Y aunque no es mi blog ni mi historia, si los invito a todos para que se dejen llevar y hagan su aporte. Insisto que seria excelente ver como se imagina cada uno la historia y cual seria el enfoque que cada uno le daría al otro lado de la lectura.
Madre mía, si eres el que dibuja tan bien, el que tiene información privilegiada y el que lleva por aquí desde sus orígenes!
Un placer participar en el concurso… o un «acojone», pues no sé con que brillante idea nos deleitará D-Rock. Veo que hay un tercer interesado, ésto va viento en popa, no sé si hacia el atlántico o hacia el mediterráneo.
Recibo los apoyos de Carol, Betty y Sunkay!!! Gracias ladies gatunas 🙂
Va ser una experiencia interesante y divertida para vosotr@s y para nosotr@s !! Y seguro qué saldrán muy buenos micro relatos 😃 así qué ánimo !!
Saludos
Betty