3×951 – Quédate

Publicado: 04/04/2015 en Al otro lado de la vida

951

Barrio de Bayit, ciudad de Nefesh

8 de diciembre de 2008

Bárbara tuvo que llevarse el brazo libre a los ojos al salir al Jardín, de tan intenso que era el brillo del sol que reinaba ahí fuera. Los precedentes días de frío parecían estar remitiendo, aunque sólo fuese temporalmente. Con el brazo contrario tenía sujeta una pesada caja de cartón en la que llevaba armas y munición, así como tres chalecos antibalas. Confiaba no tener que necesitarlos durante la travesía, pero no estaba dispuesta a dejar nada al azar, y menos después de la amarga experiencia que tuvo la última vez que surcó el Mediterráneo. No era la primera caja que subía al barco, y no sería la última. Sólo con la comida y los litros de agua dulce que habían guardado ahí dentro, podrían aguantar al menos dos o tres meses en alta mar sin tener que preocuparse de nada más.

Ahí fuera había mucho movimiento. A excepción de quienes estaban al cargo de los bebés, Juanjo y Maya, el resto deambulaban erráticamente tanto por el Jardín como por el patio de la escuela. Estaban ultimando los preparativos para la partida de Bárbara, que si nada se torcía, se produciría esa misma tarde, después de la comida de despedida. La profesora se echó la caja al hombro, sujetándola con el brazo contrario, cruzó la carretera por el paso de peatones y siguió adelante por el camino pavimentado que llevaba a la escuela, cuya puerta de acceso estaba abierta de par en par. Saludó a Darío, que estaba reunido con Christian, con Ío, con Josete y con Zoe. El viejo pescador les estaba explicando detalladamente qué debían hacer con el huerto en su ausencia. La profesora aguantó la mirada un par de segundos con Zoe, que parecía a punto de ponerse a llorar. Respiró hondo y siguió adelante, con un desagradable nudo en el estómago. Rodeó el edificio de la escuela y llegó al campo de juegos que había detrás, en cuyo centro descansaba el velero que debía llevarla al encuentro con su hermano.

Caminó más lentamente al acercarse a su destino, sorprendida por algo que hasta el momento se le había pasado por alto. Las letras eran demasiado regulares para haberlas hecho directamente con una lata de spray en aerosol, como el mural de Christian. Ocupaban una cuarta parte de la eslora del barco, y habían sido pintadas con grandes letras negras, mayúsculas.

BÁRBARA – Nueva Esperanza.

Carlos se acercó a ella, sonriente, aunque algo incómodo por su presencia. Había bautizado al barco por iniciativa propia, sin pedir opinión ni permiso a nadie.

CARLOS – ¿Qué te parece?

BÁRBARA – Está genial.

CARLOS – Da mala suerte botar un barco que no haya sido bautizado. Es… espero que no te moleste. Quería… hacerle un pequeño homenaje al barco que… me robaron.

BÁRBARA – Está perfecto, Carlos, de verdad. Me encanta.

El instalador de aires acondicionados sonrió, y aprovechó para librar a Bárbara de la pesada carga que sostenía.

CARLOS – Oye… ¿Puedes… puedes venir un momento? Tenemos que hablar.

Marion miró a la profesora por encima del hombro, desde su posición sobre la cubierta del barco, en la que Carlos había instalado dos placas solares que esa misma mañana había tomado prestadas de dos farolas que quedaban extramuros, cerca de la obra que utilizaban de vertedero. De ese modo podrían disponer de luz por la noche y de algo de corriente eléctrica sin necesidad de encender el motor del barco, cuyo depósito también habían llenado hasta arriba. Bárbara la saludó, pero la hija del difunto presentador le giró la cara, y siguió protegiendo mecánicamente con cinta americana los cables sueltos que se dirigían al camarote principal del velero. Bárbara frunció ligeramente el ceño, sorprendida por su actitud. Carlos la asió amistosamente del hombro, invitándola a acompañarle. Ambos se alejaron un poco y se sentaron en uno de los bancos del patio. Carlos dejó la caja sobre el asiento y se dirigió a la profesora.

CARLOS – Es sobre… Lo hemos estado discutiendo esta noche Marion y yo…

Bárbara se mantuvo en silencio un par de segundos.

BÁRBARA – ¿Qué es lo que pasa?

CARLOS – Bárbara. Quiero ir contigo.

La profesora se quedó en silencio. Esa declaración la pilló por sorpresa. Había estado postergando esa conversación tanto con él como con la pequeña Zoe, que cada vez veía más inminente la separación, y estaba extremadamente sensible. Estaba ocurriendo todo demasiado rápido, y temía que a ese paso acabaría dejándose muchas cosas por hacer antes de partir.

CARLOS – No me fío de lo que os podáis encontrar por el camino y… querría acompañarte. ¿Qué me dices?

Bárbara negó ligeramente con la cabeza. No lo había hablado aún con nadie, pero ya había tomado una decisión en firme al respecto.

BÁRBARA – Te lo agradezco muchísimo, te lo digo con el corazón en la mano, Carlos. No se me ocurre nadie más capaz que tú para afrontar un reto como este, pero… Prefiero que te quedes aquí. Eres el único… del que me fío de verdad. No… no me quedaría tranquila dejando aquí solos a Zoe y a los bebés… con Paris… y con Juanjo, sin un adulto que cuide de ellos.

CARLOS – Bueno… Están Chris, y Marion…

La profesora alzó las cejas, con una media sonrisa. Carlos rió abiertamente. Ambos se entendían perfectamente, sin necesidad siquiera de mediar palabra. Bárbara nunca había tenido una relación de simple amistad tan intensa con nadie.

BÁRBARA – No… no me iría tranquila. Prefiero que te quedes tú. ¿Te… te molesta?

CARLOS – No… No. Si… sabía lo que ibas a decir. Marion va a estar muy contenta cuando se entere. Pero aún así…

Carlos chistó con la lengua.

BÁRBARA – En serio. De verdad. En esa caja llevo más munición, y he cogido también chalecos de los que usamos cuando fuimos a buscar a Zoe al hotel. Siempre va a haber alguno haciendo guardia fuera, y… Esto… Esto es cosa mía. Es… algo que tengo que hacer yo sola. Además, que… volveremos enseguida, en cuanto les recojamos. Quédate tranquilo.

Carlos sonrió, acarició el hombro de la profesora, cogió de nuevo la caja y comenzó a caminar en dirección al barco. Al dar un par de pasos se giró hacia ella, que seguía sentada en el banco, mirándole.

CARLOS – ¡Venga! ¿A qué esperas? Todavía queda mucho trabajo por hacer. ¡Levanta el culo!

comentarios
  1. Betty dice:

    Era lógico qué Carlos quisiera acompañarla y la decisión de qué se quede es la más sensata hasta ahora qué a tomado Barbara. No quiero ni pensar en lo qué podría pasar sin alguién qué controle la situación ahí…….

    David dos apuntes : podrían aguantar dos ó tres meses en alta mar sin » tener » qué preocuparse de nada más.
    No me quedaría » tranquila » dejando aquí a Zoe y a los bebés…….

    A mi sin embargo el qué menos miedo me da es Paris a pesar de todo creo qué estaría a la altura y será de gran ayuda a Carlos en caso de problemas….. Qué sin duda los habrá!!

    Bueno David, llegó una mala critica a tu historia !! Es asumible qué al no ser una historia de Zombies al uso, por las diferencias qué ya todos sabemos habrá lectores qué se » aburran «. Quédate con los qué la disfrutamos !!

    Saludos a tod@s !!

    Betty

    • Oído cocina ambas correcciones. Hace tiempo que tengo abandonadísima la novela por trabajar en el PFC y en los módulos de encargado. En cuanto lo tenga todo listo de aquí unas semanas, lo revisaré todo de arriba abajo y seguiré escribiendo. Gracias por tu ayuda. 🙂

      Poco a poco vais viendo algo más claro cuál será la tripulación definitiva del barco. Me agrada ver que la decisión de Carlos y Bárbara no te ha chirriado. Últimamente me habíais preocupado un poco xD

      Paris ciertamente es un personaje complejo. Pero si yo tuviera que escoger a alguien para mi grupo… lo elegiría a él en vez de Juanjo sin dudarlo un instante. Eso sí, iría con pies de plomo. xD

      ¡Te dije que llegaría una valoración descaradamente negativa e incluso ofensiva! Cualquiera diría que Íñigo ha leído otra novela diferente, pero bueno, se lo digo a todo el mundo: El gusto es como los culos, cada uno tiene el suyo. No sé qué es lo que esperaba encontrar en una novela de género Z. Lo que más me ha dejado el culo torcido es lo de «previsible». Mi mayor esfuerzo en toda la saga es evitar precisamente eso, y poder sorprender al lector, pero… está visto que él juega en otra liga. Bueno, ya me he bautizado en humildad con mi primera crítica destructiva… Sólo espero que no lleguen muchas más, o por lo menos que se vean ensombrecidas con quienes sí habéis disfrutado con literalmente el mismo texto.
      `

      David.

  2. Betty dice:

    Por los chírridos, no te preocupes xD, qué son con cariño 😉 y son poquitos !!
    Cómo tienes mucho trabajo, no te preocupes qué desde aquí te echaremos una mano !! Y animo con el PFC y los módulos!!

    Desde luego parece qué como tu dices…… qué a leído otra novela……. Yo más bien diría qué no la a entendido y desde luego lo de previsible es de suspenso !! Nada más lejos XDDD !! Si nos tienes a todos cavilando, desde qué empezamos a leerla …… En fin, yo no le daría más vueltas !! Quédate con todas las buenas críticas y reseñas qué tiene tu novela……. Eso sí qué vale la pena 😃 !!

    • No si me encantan los chirridos. Son la mejor manera de juzgar la verosimilitud de lo que estoy escribiendo. ¡Bienvenidos sean! Pero todo toque de atención implica una reflexión al respecto, y he ahí mi interés por minimizarlas.

      En poco menos de lo que queda de mes ya tendré de nuevo tiempo libre y le pegaré un buen empujón a la novela. Esta es la parte buena de colgar a cuentagotas, que aunque yo no avance, vosotros sí podéis hacerlo.

      No deja de sorprenderme lo de «previsible». Me gustaría conversar con ese hombre. xD

      David.

  3. Sunkay dice:

    Ya se ve perfilado quién va en en barco… me parece muy buena idea que Carlos se quede, sobre todo por Juanjo. Me da la impresión de que si se marchan y no queda nadie inteligente y responsable, cuando vuelvan ha desaparecido hasta la isla de su sitio, je, je, je.

    Respecto a la crítica negativa, a todos no nos gusta leer lo mismo, y este libro es mucho libro. Yo he conseguido «liar» a mi marido, que ha empezado por el primer volumen, de momento ha llegado hasta la llegada de Morgan a Sheol, y está encantado (se nota sobre todo porque él si que es capaz de dejar un libro a medias como no le guste mucho, y sigue leyendo, así que….). Sobre todo no te desanimes, y piensa que para una crítica negativa que han puesto, tienes un montón positivas, y sobre todo que hay mucha gente que entra a leer aquí en el blog todas las semanas…

    David, muchísima suerte con el PFC y los módulos, aunque seguro que con lo te lo estás currando no te hace falta.

    Buenos, pues espero que disfrutéis del domingo, y que os haga tan buen tiempo como aquí, que ya hemos podido dejar salir a mis niños a la jaula «exterior» que tienen en el mini patio, y están tomando el sol como si no hubiese un mañana.

    • Pese a la ilusión y al nerviosismo de Bárbara, aún queda lugar para la sensatez. Carlos sin duda es la figura que más podría ayudarla si surgen problemas en alta mar, pero le ha pesado más pensar en quienes deja atrás, sobre todo los más pequeños.

      Como bien dices, no se puede gustar a todo el mundo, porque cada cual tiene sus gustos. Uno de los objetivos al crear el blog, y luego al saltar al ruedo en Amazon, era precisamente el de tener una visión global y objetiva de cómo se podría recibir el libro si realmente llegase a editarse. No desprecio la crítica negativa, aunque lamentablemente no la puedo usar para enmendar ningún error concreto, pero soy consciente que en este caso lo importante es la visión global de las críticas, y a ese respecto estoy bastante satisfecho con la acogida. En cualquier caso, como comenté no hace mucho, mis próximos libros no serán tan obscenamente largos. No por nada en especial, sino porque esta novela es un compendio de muchas historias entrelazadas que bien podrían tener su novela independiente, y para las que escriba más adelante, no quiero abrir tanto el elenco de personajes, y prefiero centrarme en distinguir entre protagonistas y secundarios. A ver si así consigo que no se les empalaguen a los lectores que les gusten más cortos. XD

      Gracias por «infectar» a tu marido con la lectura de AOLDLV. Confío esté gozándolo con la lectura. 🙂 Yo voy a seguir aquí hincando los codos lo que me queda de mes. Si la cosa sale bien, conseguiré ser Arquitecto por un lado y encargado de un equipo de trabajo por otro. Poquito a poco.

      ¡Que tengáis buen domingo!

      David.

  4. battysco dice:

    Me imaginaba la travesía con Carlos y Bárbara, ahora me has descolocado… aunque por otro lado, me quedo más tranquila al saber que en Bayit se queda alguien tan válido.

    ¿Sólo van a ir Bárbara, Darío y Carla? ¿Nos guardas alguna otra sorpresa en cuanto a los tripulantes?

    Sigo leyendo el capi que me falta.

    • ¡La magia de obviar lo obvio! Siempre intento equilibrar lo que yo quiero que pase, y lo que vendría a ser lógico que pasases dentro de ese universo. Morgan ha sufrido mitosis, y de él han surgido Bárbara y Carlos. El paso sensato es mantener en cada grupo a uno de ellos, por más que Carlos sería de mucha ayuda en el barco si las cosas no van bien.

      David.

    • Carol dice:

      Hola, Sonia. Pues ya veremos si no se les cuela un polizón….

      • battysco dice:

        ¿Zoe sería capaz de esconderse dentro del barco? Supongo que David quiere tener a Bárbara y a Zoe en diferentes grupos, igual que ha pasado con Carlos, pero a mí se me queda cojo el grupo de Bárbara, Darío y Carla.

  5. Drock9999 dice:

    Hola a todos!

    Hace ya tiempo que no venia a este lado, pero jamas me olvido de mi querida Barbara.

    Yo digo que en este capitulo hubo algo extraño que, leyendo los comentarios, nadie vio. David describe que TODOS estaban ayudando, menos Juanjo y Maya……..
    No se con respecto a los capítulos venideros, pero con lo cambiante que es, creo que Paris podría sumarse a la aventura en alta mar.

    David, recuerda la historia del burro. Al respecto:

    Cierto día una rana cayó en un agujero, golpeándose la cabeza y quedando temporalmente sorda. Sus compañeras que habían visto todo, se dieron cuenta que la rana no podría salir aun cuando saltara mucho. Empezaron a gritarle que se quedara quieta, que esperara la muerte sin desgatarse, pero la rana empezó a saltar dentro del hoyo y cada vez saltaba mas y mas alto, hasta que pudo aferrarse al borde del agujero y logro salir. Al recuperar la audición, unos minutos después, las compañeras le dijeron: «Como lograste saltar tanto, acaso no oíste lo que decíamos?». La rana les contesto: «Como vi que me hablaban moviendo los brazos y con tanta emoción en sus caras, creí que me estaban animando a salir, por eso pude hacerlo».

    Toma lo mejor de lo peor, que aunque sean criticas destructivas, también te ayudaran a salir al mundo.

    Saludos a las activas Ladys de AOLDLV.

    D-Rock

    • ¡Saludos lord D-Rock!

      En mi siguente novela, Al otro lado de la realidad, tengo la intención de intercalar pequeños relatos con moraleja. ¡Creo que te voy a contratar para que seas mi consejero a ese respecto, porque tienes muchos y muy buenos!

      Nunca llueve a gusto de todos, pero mientras llueva a gusto de la mayoría, ya me puedo dar con un canto en los dientes. xD

      Paris… empieza a sentirse cómodo a fuerza de convivencia, y ahora que no hay nada que le perturbe ni le incomode especialmente, es una pieza importante del grupo. Es una persona activa y participativa, pero también bastante independiente… En los capítulos venideros verás la resolución a tu idea. 😉

      David.

      • Drock9999 dice:

        Seria mas que un honor poder colaborar DLR. Por aquí decimos: «Uno no es moneda de oro para agradarle a todos». Pero estamos de acuerdo, si es a la mayoría…

        Esperare a saber que sucede con Paris.

        D-Rock.

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