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Camarote principal del velero Nueva Esperanza
9 de diciembre de 2008
Zoe estaba sentada a un lado de la mesa, con la cabeza gacha. Carla y Bárbara estaban frente a ella, en el otro banco. La profesora había preparado una cena improvisada a la pequeña, pero Zoe no paraba de llorar y aún no había probado bocado. Darío seguía en cubierta, bien abrigado y ajeno a lo que ocurría en el camarote principal. La presencia de Zoe no suponía ningún inconveniente para él.
BÁRBARA – ¿Tú sabes lo preocupados que deben estar ahora los demás, Zoe? Esto que has hecho es muy irresponsable. Ahora vamos a tener que dar media vuelta por tu culpa.
Zoe gimoteó de nuevo. Tenía los ojos rojos de tanto llorar. Nunca antes había recibido una bronca así por parte de Bárbara.
ZOE – Lo siento mucho… Lo siento, de verdad… Yo… Yo avisé a Ío antes de irme, y le dije que… que… que les dijera a los demás que me… que… que me había venido con vosotros. Ellos no… no… no se… yo se lo dije para que… para… para que no… no se preocuparan.
Bárbara chistó con la lengua. Estaba disgustada con Zoe, pero en el fondo era incapaz de enfadarse con ella. Con frecuencia le costaba verla como lo que realmente era: una niña.
BÁRBARA – Te dije que no vinieras porque el viaje puede ser peligroso, cariño. Nos podemos cruzar con gente mala, como nos pasó la otra vez. ¿No lo entiendes? No es que no quiera que te vengas, es que… lo que no quiero que te pase nada malo.
ZOE – Morgan se fue, y no volvimos a saber nada más de él. Yo… no quería que tú también te fueras. Yo… quiero estar contigo.
Zoe ocultó su rostro sobre los brazos que tenía apoyados en la mesa y empezó a llorar de nuevo. Bárbara sintió un pinchazo en el estómago. Negó con la cabeza, se levantó de su asiento y rodeó la mesa para colocarse a su vera.
BÁRBARA – Anda, ven aquí.
La pequeña incorporó un poco la cabeza, y Bárbara la estrechó entre sus brazos. Zoe la abrazó con fuerza y siguió gimoteando, aunque ahora algo más calmada.
Carla las observaba con una sonrisa en los labios. Si no fuera porque sabía que no era así, hubiera podido jurar que eran madre e hija. Pronto reconoció que estaba de más ahí, y se apartó sigilosamente, para acto seguido subir a cubierta a hacer algo de compañía a su abuelo, que a esas alturas ya había asumido que nadie se iría a dormir en breve.
Bárbara y Zoe se quedaron abrazadas cerca de un minuto, en silencio, hasta que el llanto de la pequeña se transformó en un ligero silbido.
BÁRBARA – Ya está… Ahora tranquilízate.
ZOE – Es que yo… no quería… Tenía miedo de que cuando encuentres a tu hermano y a tu sobrino… ya no quisieras volver con nosotros.
BÁRBARA – Zoe, por el amor de Dios. Eso no lo digas ni en broma. ¿Entendido? Tú también eres mi familia.
La mandíbula inferior de Zoe empezó a temblar de nuevo. Ambas se aguantaron la mirada un par de segundos. Zoe estaba a punto de estallar de nuevo en llanto.
BÁRBARA – Ya verás cuando te presente a mi hermano. Le vas a caer genial. Es… un poco viejo, pero… es muy buena persona. Se le da muy bien hacer manualidades. Le diré que te enseñe a hacer pajaritas de papel. A mi intentó enseñarme cuando era pequeña, pero… yo era muy torpe y no me salían. A ti seguro que se te da mejor. Tienes mejor mano para esas cosas. Darío dice que podemos llegar ahí en cuatro o cinco días, si seguimos teniendo tan buen viento como hasta ahora.
ZOE – ¿Eso… eso quiere decir que… que me puedo quedar… con vosotros?
La profesora respiró hondo y asintió, convencida. Zoe no pudo ocultar su alegría y la abrazó de nuevo, para luego besarla repetidamente en las mejillas. Bárbara rió, pues la niña le estaba haciendo cosquillas con la nariz.
BÁRBARA – ¿Te habrás traído ropa, por lo menos?
ZOE – ¡Sí! Tengo una mochila… ¡Mira!
Bárbara vio correr a la niña de vuelta a su escondrijo, del que sacó una enorme mochila de las que utilizaban para hacer las rondas de limpieza. Zoe la abrió y comenzó a extender su contenido sobre la mesa, explicándole a Bárbara sobre la marcha todo lo que había traído consigo. Había varias mudas limpias, un par de zapatillas de deporte, su pistola con algo de munición, algunas latas de conserva y varias bolsitas llenas de ositos de goma, entre otras muchas cosas de dudosa utilidad.
BÁRBARA – Así que… lo tenías todo planeado.
ZOE – ¡No! No, no. Se me ocurrió después de que tú te fueras.
BÁRBARA – ¿Pero cuándo subiste al barco?
ZOE – Cinco minutos después de que te fueras de casa. Ío me ayudó. Pero… a ella no le digas nada, ¿eh? Es todo culpa mía.
BÁRBARA – ¿Cómo que te ayudó Ío?
ZOE – Vosotros estabais ahí hablando al lado del barco, y… yo me colé por detrás. Ella me avisó para que subiera cuando no estabais mirando. Nadie se dio cuenta.
BÁRBARA – Madre mía…
ZOE – Me escondí ahí abajo, con la mochila, y cerré desde dentro. Cuando… cuando os parasteis a mitad de camino y empecé a escuchar disparos, salí a ver qué pasaba. Yo también maté a un par de infectados. Todavía no sé cómo no os disteis cuenta de que estaba ahí arriba en el barco. No sé cómo no me visteis.
BÁRBARA – Ahora que lo dices… algo me dijo Chris… Pero no le di importancia.
ZOE – Yo estaba convencida de que él tenía que haberme visto. Me agaché cuando él se giraba, pero… yo qué sé, no… no me vio. Luego cuando os subisteis otra vez a la furgoneta, me volví a esconder, y… como parecía que nadie se había dado cuenta… no dije nada.
BÁRBARA – Vaya una buena espía que estás tú hecha.
Zoe mostró una sonrisa tímida. Aún estaba algo sensible, pero se había relajado mucho al ver que Bárbara ya no la reñía.
BÁRBARA – Mira, yo con que te vuelvas a esconder ahí abajo si pasa cualquier cosa, ya me conformaría. Si no te llego a escuchar estornudar, ni se me hubiera ocurrido que estabas aquí.
ZOE – Es que ahí abajo hay mucho polvo…
Bárbara esbozó una sonrisa.
BÁRBARA – Ahora haz el favor de comer algo, que nos tenemos que ir a acostar.
Zoe asintió. Cogió el tenedor que había sobre la mesa y lo hundió en la lata de corazones de alcachofa que tenía delante. Resultaba evidente que la niña estaba hambrienta, pues pese a que ese no era uno de los platos favoritos, comió con ganas. A duras penas había probado bocado al mediodía y todavía no había cenado. Bárbara la observó alimentarse unos segundos y acto seguido subió a cubierta a dar la noticia a sus otros dos compañeros: Zoe se quedaría.
Fue Zoe, quien le echó una mano a Christian, ya tenemos una incógnita resuelta 😊 !!! Por lo menos tenemos el alivio de saber qué en Bayit, no se van a volver locos buscándola.
Eché un vistazo a algunos comentarios qué no había leído y en los qué os referíais a Morgan y las múltiples opciones qué hay abiertas sobre qué ocurrió después de tirarse al agua…… Yo estoy de acuerdo con Sonia en qué todo apunta a qué por coherencia narrativa David no nos lo va a devolver vivito y coleando. Como lo resolverá…… Pues cómo nos tiene acostumbrados con algo qué no nos esperamos seguro.
Dicho esto; David me cuesta mucho perdonarte el qué me lo eliminaras del guión 😉 !!! Ahí te pillamos !! No te imaginaste nunca el impacto qué tendría Morgan entre tus lectores cuando empezaste a escribir Aoldlv, verdad ?
Y sobre Ezequiel me sigue dando muy malas vibraciones, todavía no le conocemos y ya me cae fatal y Samuel me tiene desconcertada por todo lo contrario demasiado buen rollito, para una persona qué lleva tanto tiempo aislada, todo muy Zen y tampoco me cuadra.
Todavía nos queda mucho qué disfrutar con la cantidad de interrogantes que se deben desvelar aun xD.
Saludos
Betty
Saludos, Lady Betty. Coincido contigo en que se resuelve una incognita con Zoe apoyando a Chris. Lo que no me agrada es que tal vez el grupo la coja contra Io.
Aclarado el tema de la vacuna y su efecto no omnipotente, creo que volvemos al punto 0 con Morgan.
Pronto mas y mejor.
D-Rock
Saludos Lord D- Rock !! Pues espero qué cómo está Carlos ahí. !! Gracias a dios !! Impondrá un poquito de cordura y la cosa no llegará a mayores, aunque tiene una tarea complicada y no me refiero sólo al tema de Ío, ahí hay un coctel bastante peligroso me dan más miedo ellos, qué lo que pueda ocurrir en el viaje de Barbara.
Un saludo
Betty
Viendo la repercusión que tuvo la desaparición de Morgan, y aunque aún faltarían muchos años para que yo lo leyese, me da la impresión que la reacción se puede comparar, salvando las distancias, con la de Eddard Stark, que ni al más avezado se le hubiera ocurrido pensar que perdería… esa parte tan importante de su cuerpo. xD
La resolución del dilema de Christian tenía las patas muy cortas, pero también era un huevo de los plausibles de elucubrar. Como autor, me gusta que a veces me pilléis y a veces os pille yo, porque así se hace mucho más rica y variada la experiencia. El día que me lo pilléis todo, entonces ya cerraré el chiringuito. xD Con «Al otro lado de la realidad», aunque no tiene absolutamente nada que ver con esto, estoy haciendo un plantío de huevos realmente importante. Es una de las ventajas de llevar ya varios años trabajando en el libro antes de empezar a escribir. Y la verdad es que a mi me parece mucho más eficiente y beneficioso al resultado final.
Me ha gustado la mención de Betty respecto a Morgan que decía tal que así: [ Como lo resolverá…… Pues cómo nos tiene acostumbrados con algo qué no nos esperamos seguro.] En otro aspecto no lo sé, pero en ese momento concreto, creo que nadie en la tierra se puede esperar el cómo de dicha reaparición. Ahí es uno de los puntos de la novela donde más fuerte he apostado. A ver qué tal se me da luego al analizar vuestras reacciones. 🙂
Todavía hay varios condicionantes y particularidades de la vacuna, el virus y sus vinculaciones que no han sido expuestos de manera clara y explícita, precisamente con la idea de ofrecer una imagen vaga hasta llegado el momento adecuado. Con los flashbacks de Guillermo llegará un momento en el que todo quedará cristalinamente claro.
¡El sábado más y mejor!
David.
Estoy segura qué vamos a disfrutar y mucho cuando se resuelva la incógnita de Morgan 😉 no se si podremos aguantar pero……. Todo a su tiempo,jejeje
Muy interesante tu referencia a Guillermo y la vacuna, es otro punto muy importante en el relato y qué nos dará bastantes respuestas a muchas teorías qué hemos ido elaborando, tengo qué reconocer qué ahí ando un poco perdida xD.
Estoy con Sonia en qué no es lo mismo leerte el libro de un tirón qué ir desgranando la trama capítulo a capítulo, aquí percibes detalles qué de la otra manera quizá te pasen desapercibidos en el conjunto, yo lo veo bastante enriquecedor en la experiencia de la historia en sí y vale la pena de la tortura de la espera por los capítulos 😃 ! No se si todo el mundo estará de acuerdo con esto…… Pero yo la disfruto doblemente !!
Un saludo amig@s
Betty
Me alegra ver que Zoe se lo ha dicho a alguien, en este caso a Ío, así no se liará parda. Por otro lado, Zoe ha confesado lo que ya habíamos comentado hace tiempo de los celos… Lo del estornudo y el polvo también ha quedado clarinete, y lo de los disparos… ayyyyyy qué sorpresa, ahí me la has pegado bien jiji. Al final todo era mucho más simple de lo que parecía.
En cuanto a Morgan, me muero de ganas. Creo que es lo que más me intriga, por encima de la vacuna o del por qué Bárbara apareció en el ataúd.
David, yo tampoco te perdono que lo eliminaras. Era un gruñón de corazón noble y eso da mucho juego. Por presión popular nos lo tienes que devolver. ¿Te hemos convencido? Jijijiji
Sonia.
Me parece qué por mucho qué insistamos no va a colar, Sonia,jejeje 😎 !!
El planteamiento original era el de que Zoe dejase una nota sobre su cama o en algún lugar visible, pero acabé desestimándola, por la plausibilidad de que dicha nota se perdiese, llegase a manos de quien no debía o generase cualquier tipo de sospecha o elucubración en el seno de Bayit. De entre todos los presentes, Ío me pareció la más discreta y la más cercana a Zoe para poder relegarle esa responsabilidad, y en retrospectiva me parece una decisión coherente.
Verdad sea dicha, la mención en este capítulo al polvo es herencia de la sugerencia de Betty. Ese pequeño comentario de Zoe no existía en la versión 1.0 del capítulo, pero me ha venido bien vuestra discusión al respecto para tenerlo en cuenta e incluirlo.
La incógnita de Christian os anuncié que se resolvería muy pronto, pero no podía dar más detalles. xD
Creo que Morgan inspira tanta curiosidad precisamente porque hablamos tanto o más de él. Estoy convencido que a un lector ajeno al blog que lo lea todo del tirón, le resultará muchísimo más sorpresiva su vuelta, porque habrá tenido ocasión de olvidarle a placer. Pero no habrá elucubrado tanto como vosotros. Todo tiene su parte buena. xD
A estas alturas de la película está todo demasiado atado y bien atado para cambiar nada sin que se desmorone todo alrededor. Además, que todo ocurre por un motivo, y una decisión visceral y arbitraria rompería el clima generado. Morgan tenía un papel en la novela dividido en dos actos. Por lo menos aún os queda por contemplar el segundo. xD Al menos no acabé con él de manera definitiva cortándole la cabeza. xD
David.
Eso, eso, menos mal que tuviste compasión de estas almas caritativas y le dejaste de una pieza. Estoy convencida de que lectores ajenos al blog también le recordarán, aunque después de concluir el segundo tomo ya no sabes si aparecerá algún día. Se trata de una ilusión que se desvanece con el paso de las hojas, pero que las alusiones de los personajes insisten en devolvértela.
Sonia.
Estoy totalmente de acuerdo en la comparacion con Lord Stark. Al llegar a ambos momentos, mi reaccion fue la misma: WTF???!!!!!!!!!?????!!!!!!
La ventaja es que aqui sabemos que Lord Clark ha de volver. El como, el cuando y el por que se quedan a disposicion del autor.
Tambien creo que, aun cuando se lea de tiron, las referencias al personaje sumado al hecho de su relevancia en el primer tomo, no permitirian que fuese olvidado tan pronto.
Es eso o mi opinion acerca de mi personaje favorito de todo el universo AOLDLV.
D-Rock.
Yo estuve hasta la mitad del segundo tomo esperando a cada momento que apareciera. No me podía creer que se fuera sin más, y menos cuando no se había visto su cadáver. En las pelis y series ya sabemos que si no aparece el cuerpo, al final es que está vivo. Aquí, como la cosa va de zombis, pues puede aparecer convertido en una bestia, pero al menos aparecer… Con la trama de los ex presidiarios y después el establecimiento en Bayit, al final lo de Morgan quedaba muy lejano. Por eso pensé que si aparecía tan tarde ya no volvería a tener un papel relevante; aunque no le olvidé, mis expectativas hacia él disminuyeron. Y sí, también es mi personaje favorito!!!
Saludos,
Sonia.
Nunca dejaréis de sorprenderme con vuestras disertaciones sobre dicho personaje. Ahora que estoy trabajando en la nueva novela, mientras acabo de escribir esta, trataré de tener presente este tipo de reflexiones. Aunque en la nueva hay tan pocos personajes en comparación, que me resultará mucho más sencillo. xD
¡Mañana más y mejor!
David.